Putas viejas que huelen a perfume rancio
Chicles tan masticados que han perdido su blandura
Sabores desaparecidos en la dura espera
Purpurina
Lentejuelas rojas
Quejido de la luna en la espalda de las hembras
Tacos aguja
clavados en el pecho
puntiagudos
eternos
Rimel más negro que el más negro de los cielos
Ojos de hijos pidiendo desde el hambre
Ya no hay rojo
-la escena es sepia-
desabrida...
Pezones secos
consumidos
Leche flaca del desamor
Latidos cansados
enmiendos del alma
Vaginas calladas, tan abiertas
estiradas
que traslucen la delicadeza
del himen perdido
Callosidad
Hastío...
¿De dónde sacará la humanidad
la dignidad necesaria para reparar tantas alas rotas?
© 2007 by Orquídea

9 comentarios:
WOW!
Yo no sé de dónde.
Yo no sé si hay un dónde.
Yo no sé dónde es dónde.
Sólo sé que el dónde se escapa del sentido de su propia palabra cuando busca un resquicio de dignidad para reparar algo tan sagrado.
La callosidad es la parte más sincera de la vida.
besotes
Orquídea, me encantó el poema. Fuerte, impactante. Es muy difícil reparar unas alas rotas...
Sólo el deseo y la pasión, Orquídea, reparan las alas que se rompen. besos,
V.
No hay nada que pueda devolver el vuelo a esas alas...
Alas rotas para el dolor de un desconcierto.
Triste pero esta lleno de plumas el universo...
Besitos me gusta tu espacio.
que la pasión convierta las cenizas en ave fénix.
Por tus alas. Por las alas.
Solo la esperanza del amor puede reparar alas rotas.....
intenso y fuerte, pero bello poema.
Saludos
Quizá no estaban tan rotas como creíamos.
O quizá es que no hagan falta las alas para volar...
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