sábado, 1 de septiembre de 2007

Lo muerto

Cuánto más froto mi carne contra la tuya, en un frenesí de ardores y desesperación; más afirmo que sin amor no hay vuelo, que el sexo puede estar tan vacío como un condón desaguado en las cloacas del espanto; que penetraciones pueden ser desviaciones y lejanías , que supuestos encuentros pueden ser mapas de desconexión perfecta hacia las soledades más abrasivas.
Cuánto más froto mi carne contra la tuya, mi piel es lija que raspa cascarones, despega falsedades adheridas al desamor, y no puedo más que exalar sinsentidos y sinceridades rotas.
Cuánto más froto mi carne contra la tuya, el sudor sangrante impregna el cuarto de un vapor rojizo, coito nebuloso, resbalando por las paredes sucias. Los poros empañan las miradas que jamás se han visto.La luz roja no alcanza para alumbrar a las sombras del alma.
Cuánto más froto mi carne contra la tuya, me muerdes sin lograr arrancar de mí ni un ápice de sonido pulsante. Tengo el peso de tu cuerpo arriba mío, y, como a un muerto, te cargo y me aplasto en esta farsa sin brillo.


© 2007 by Orquídea

1 comentario:

Alejandra Dening dijo...

WoW!
Qué potencia!
Me encanta cuanto la furia toma forma con tus letras...

Besos!