domingo, 18 de noviembre de 2007

La Prostituta


Tan sedienta de tu abrazo
cedí mi boca a otros labios.
Tu indiferencia me arrastra
fregando celo y congoja.
Otras bocas, otros besos,
mil intentos de olvidarte.
El reloj calló las horas
frías/secas de esperarte.
Y sin prisa me tomaron
marcando surcos profundos
en mi piel tan desterrada
de tus tierras prometidas...
Gozos, brindis, y jadeos
volcados sobre mi herida,
cicatrices embriagadas
para olvidar tu partida.
Te olvido porque olvidarte
es mi recuerdo elegido,
(me engaño sin engañarte
tu eres mi amado y mi abismo)
Otros hombres, otros mundos
dejaron en mí sus sueños,
sudores de hombres lejanos
pasiones de marineros,
artistas,
soldados,
vendedores,
extranjeros...
Anduve por mil navíos
crucé todas las fronteras
descendí hasta los suburbios
donde arden las hogueras,
ascendí hasta los temblores
que preceden a las lluvias,
navegué por muchos mares
vomitando mi amargura...
Mi cuerpo: mapa y sendero de
amantes claros, desnudos,
pero tu sello ha quedado
pulsando en mi vientre oscuro,
como laten las estrellas
en las venas de la noche;
Y cada vez que soy puta
soy océano de todos,
sin refugios ni tibiezas
me desaguo en soledades,
prostituyo mis acuerdos
mis plegarias y mi sexo,
pero guardo un sitio alado
custodiado por tu sombra
-muy sagrado-
luminoso
resplandor en mi memoria...
que cierro con mil candados
y bautizo cada día
con agua de manantiales
y selva nueva, con vida...
Y en el éxtasis ficticio
del momento más buscado,
cuando un hombre me posee
creyéndose que me habita,
mi flor roja ya ni llora,
sólo succiona y traga,
trabajando de nodriza
para las almas sin nada,
carnaval de pocas luces
mascaradas en las camas,
y el deleite se dibuja
humeante, como borracho,
-esperma anónimo
estalla
como rio sin corriente-
y en el medio del aullido,
mi lengua no me obedece,
ni besa ni gime: grita!
grita tu nombre en silencio
al espacio, al infinito,
al espíritu del viento!
como un conjuro triste,
ardiente y desesperado
que desea alcanzar urgente
tu corazón alejado
tan atravesado por la niebla...
tan custodiado por gaviotas mudas...




© 2007 by Orquídea


2 comentarios:

Conciencia Personal dijo...

Milenarias en el tiempo y tan humanas sin ser reconocidas...

Un beso, Monique.

Anónimo dijo...

también son putas las palabras, van de boca en boca, de hígado en hígado para volver proscritas