La Anciana

El tiempo deja marcas en el aire, tatuajes en mi piel, mordidas en mi memoria, raspaduras en la planta de mis pies; callosidades, quiebres y rupturas, que se convierten en puertas por las que salen volando mariposas que ayer, eran orugas tristes.

El tiempo gira - impiadoso y sabio - haciendo que las cosas maduren hasta llegar a su fin.
Entonces, cada FINAL estalla en mil PRINCIPIOS, pedacitos de esperanzas insufladas en astillas; como si de diminutas chispas se tratara; pequeñísimos puntos iridiscentes ( casi imperceptibles) , que saltan y se mueven a mucha velocidad ocupando el espacio con su Presencia.

El tiempo hace crujir mis articulaciones, me hace arder el sacro y enraíza la vejez en mis huesos.
La vejez tiene raíces que saben absorber el calcio que generé cuando anduve caminando;
y por cada porosidad ósea se transmite el lenguaje que me enseñó la Tierra.
Sin mezquindad.
Con la abundancia de los frutos que a su vez portan semillas.

Y...me siento muy cansada, y a la vez entusiasmada.
Estoy serena, y me ubico, entre el suelo y el cielo...
Frente a mí, titila una fogata - cálida abuela que nos reúne-
Yo sonrío sin mis dientes ,plena como el horizonte, etérea como las nubes.
Viajo por mis recuerdos, mientras pienso qué historia contar, mirando las llamas azules...
Los rostros de los niños resplandecen en la espera, y el silencio abrillanta sus ojos, más oscuros que la noche, más poderosos que el fuego...
Ahora mis labios se abren con el don de la palabra limpia, y se bendice La RUEDA...

Soy cuerpo enraizado en la Fuente de la Vida.
Frágil y Fuerte Narradora de historias.
Soy ancla soltando amarras y puertos.
Barca sin dueño...
...Bailarina...
Soy libre mujer revelando secretos
para que mi tribu no pierda su vuelo...

La madrugada se desliza lenta... transcurre...
nos atraviesa con su perfume...
nos moja el alma con su rocío...


...El tiempo encorva mi espalda y fertiliza mi Espíritu, irguiéndolo como un haz de luz que se estira hacia arriba, buscando oír el sonido de una estrella...
...esa voz dulce que le da la Bienvenida...


© 2007 by Orquídea