domingo, 14 de octubre de 2007

DES-PEDIDA

Petrifico mi orgasmo
crucifico mi entrega
nada avanza en la niebla
de esta amalgama cruel.
Ya no busco tu brillo
ni tu aliento en mi nuca
desabrocho tu nombre
de mi lengua partida.
Congelada y vacía
me sumerjo en la sal
de mis lágrimas nuevas
desterrando el abismo
de tu lejanía.
Hoy tu música es estruendo
para mis oídos rotos
ya no creo en tu swing
me arrancaste la calma.
Refriego tus ojos
en un tabla lisa
mi memoria te está lavando
con el jabón más vulgar.




© 2007 by Orquídea

2 comentarios:

Unknown dijo...

Orquídea bella, descomponer una renuncia es duro, pero has sabido hacerlo con palabras bien bellas. Muchos besos,
V.

Anónimo dijo...

las despedidas duelen pero suelen ser la mejor medicina

besitos