sábado, 24 de noviembre de 2007

La mañana


Con hilos dorados enhebrados en mis dedos

bordo esperanzas y soles renacidos

Amanece ...y la tierra humedece las raíces

para sostener visiones y horizontes expandidos...

Hay una mueca en mi rostro

un atisbo de sonrisa

una chispa en la mirada

una emoción profunda

una canción desbordada...

y aunque tu ausencia me baña por dentro

por fuera me bendice la mañana...



© 2007 by Orquídea

3 comentarios:

Anónimo dijo...

el sol matutino es pura vida

besitos

dioni blasco dijo...

hola y perdon por el atrevimiento. me podriais decir quien canta el negra veni??? muchas gracias y por favor dejadlo en un comentario en mi blog. gracias

NEGRA VENI
Letra de Antonio Viérgol
Musica de Alfonso Gagliano
Compuesto en 1926

La partitura dice que fue creación de la simpática actriz Mary Froio y
está dedicada a Juan de Dios Filiberto, "iniciador del tango canción".
Reprodujo su letra José Barcia en su libro "El lunfardo de Buenos
Aires". Recuerda Barcia que por el año 1923, en el teatro Coliseo
Rivadavia, más tarde llamado Fénix de Flores, lo cantaba la
jovencísima actriz Dina González, cariñosamente llamada La Gonzalita,
que se casó luego con el autor y actor Ángel Franco. En rueda
familiar lo canta ahora bellamente la escritora Lily Franco, hija de
Dina. (JG)

Vení no más, china linda, a mi lado.
Vení, por Dios, mi carta al recibir,
que ne la catrera, solo y amurado,
estoy y sé que me voy a morir.

Te llamo a vos porque sos la acoplada
que sólo amé y jamás podré olvidar,
y quiero, Esther, que al viejo camarada,
vos le vengás los ojos a cerrar.

Por aquel ángel que voló al cielo
y que en vida unió a los dos,
dame siquiera, negra, el consuelo
de que me muera viéndote a vos.

¡Cómo palpito cerca la muerte
porque mi herida es de gravedá,
y si las patas tiro sin verte
voy a batirte mi voluntá!

Quemá el retrato de mi viejita
qi yo estoy muerto cuando llegués,
que a nadie deja la pobrecita
que en conservarlo tenga interés.

Los cuatro trastos y la guitarra
vendelos todos a un Salomón,
y a las monjitas, largales vento
pa que me recen una oración.

Negra vení,
no me dejés que muera
lo mismo que una fiera.
¡Vení, por Dios!,
que aunque un tenebroso he sido
y en la crápula he vivido,
has doy cosas que he querido:
mi viejita y vos.
jadlo en mi blog

Unknown dijo...

Me encanta ver en ti esa esperanza... Es una forma bella de llevar la ausencia. Un beso, preciosa,
V.