Toda la suavidad te sostiene, para que duermas un rato.
En unos momentos mi sed te pedirá agua. Venas latiendo. Leche nutricia.
Entonces mi lengua intervendrá en tus sueños, lamiendo a los monstruos de tus pesadillas.
Todos los fantasmas morirán de golpe. Y en esa certeza besaré tu frente, y luego tus labios.
Y la suavidad se volverá ígnea, y mi lengua buscará la tuya...
Y el amanecer quemará resabios de viejos amores...
porque estaremos aqui, tú y yo ardiendo hasta el encuentro más alquímico ...
cuerpo/alma/sangre/hueso/ espíritu...
© 2007 by Orquídea
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